El panorama inmobiliario está experimentando una transformación significativa a medida que los límites entre diferentes tipos de propiedades se vuelven cada vez más difusos. Esta convergencia está generando un entorno propicio para que los inversores en bienes raíces aprovechen oportunidades únicas y logren rendimientos destacados en entornos de uso mixto.
En un mundo en constante cambio, donde la simplicidad y la eficiencia son cada vez más valoradas, las empresas buscan expandirse hacia nuevos productos y servicios. Esta tendencia se refleja en el sector inmobiliario, donde los distintos tipos de activos están fusionándose con mayor frecuencia y las líneas entre propiedades residenciales, comerciales, oficinas e industriales se están difuminando. Con el aumento de las tasas hipotecarias y la inflación, los inversores en bienes raíces deben capitalizar esta convergencia y buscar rendimientos sobresalientes en entornos de uso mixto, donde cada componente contribuye al conjunto.
En el pasado, los inversores solían clasificar los activos inmobiliarios en categorías distintas, como oficinas, industrial, multifamiliares y comerciales. Cada categoría tenía sus propias características de volatilidad y rendimiento, y se asignaba capital en función de un enfoque eficiente. Sin embargo, esta clasificación ya no es suficiente para los próximos diez años, ya que los límites entre los tipos de propiedades están desdibujándose y fusionándose entre sí.
La tendencia es evidente en casos como el comercio minorista tradicional, que experimentó un declive debido al auge del comercio electrónico. A pesar de ello, muchos espacios comerciales han mantenido un buen desempeño, como en el caso de CityCenterDC en Washington D.C., EE. UU., donde las ventas aumentaron año tras año, alcanzando un promedio de ventas brutas de más de $1,300 por pie cuadrado. Mientras tanto, los espacios de oficina se enfrentan al desafío de satisfacer las expectativas cambiantes de los empleados en cuanto a políticas de trabajo flexibles. Algunos proyectos de oficinas se han reconvertido en multifamiliares, como el caso de South Temple Tower en Salt Lake City, EE. UU., que se está transformando de espacio de oficinas a multifamiliares. Además, también se observa una tendencia en la que experiencias de multifamiliares se integran en entornos de oficina, proporcionando balcones en rascacielos, terrazas en la azotea y otras áreas comunes que se asemejan a ofertas de apartamentos de lujo.
La convergencia entre los sectores también se observa en la industria industrial, donde la escasez de mano de obra se ha vuelto un desafío. En el centro de distribución Yatomi en Nagoya, Japón, los trabajadores tienen acceso a comodidades de alta calidad, como áreas de comedor interiores y exteriores, salas de negocios e instalaciones de ducha, similar a lo que se encuentra en edificios de oficinas. Además, la línea entre el comercio minorista y la logística de última milla se ha vuelto difusa, ya que muchas tiendas minoristas, como Whole Foods, ahora también funcionan como puntos de distribución para el comercio electrónico.
Aprovechar al máximo esta convergencia en el sector inmobiliario requiere que los inversores sean agnósticos en cuanto al tipo de propiedad y se centren en el uso más óptimo para cada espacio. Sin embargo, la verdadera oportunidad radica en la creación de espacios en los que los diferentes componentes, como oficinas, comercios y viviendas, estén profundamente conectados y se impulsen mutuamente. Proyectos destacados, como Fenton en Cary, Carolina del Norte, demuestran esta idea al combinar 2.5 millones de pies cuadrados de espacio comercial, oficinas, restaurantes, hoteles y viviendas en una ubicación de uso mixto que ofrece una experiencia completa.
Sin embargo, este enfoque no se trata simplemente de combinar diferentes usos en un mismo sitio. Se trata de crear una experiencia cohesionada y vibrante en todo el entorno construido. Los usos comerciales y de entretenimiento se integran estratégicamente para atraer tanto a trabajadores de oficina como a residentes, creando un ambiente animado y atractivo desde la mañana hasta la noche. Este tipo de entornos no solo benefician a las empresas al atraer a los empleados de vuelta a la oficina, sino que también generan una sensación de comunidad y vitalidad.
La convergencia entre los diferentes tipos de activos inmobiliarios está creando oportunidades emocionantes para los inversores. A medida que los límites entre propiedades residenciales, comerciales, oficinas e industriales se vuelven cada vez más difusos, los inversores deben ser flexibles y estar dispuestos a considerar el uso mixto como una estrategia viable. El éxito radica en la capacidad de crear espacios donde los diferentes componentes se integren y se potencien mutuamente, generando un entorno vibrante y atractivo para vivir, trabajar y disfrutar.
Este artículo fue adaptado del original escrito por David Steinbach para The World Economic Forum.
